El cantante principal de Queen, Freddie Mercury, podría haber sido padre de una hija secreta, según una nueva biografía titulada Love, Freddie.

Se dice que solo los compañeros de banda de Mercury, su novia de mucho tiempo Mary Austin y los cuidadores de la niña conocían la existencia de la hija.

La hija, ahora de 48 años y conocida solo como B., le dijo a la biógrafa de rock Lesley-Ann Jones: "Él me adoraba y estaba dedicado a mí. Las circunstancias de mi nacimiento pueden parecer, según los estándares de la mayoría de la gente, inusuales e incluso escandalosas. Eso no debería sorprender. Nunca disminuyó su compromiso de amarme y cuidarme. Me atesoraba como una posesión preciada."

Se dice que B. fue concebida durante un romance con la esposa de uno de los amigos cercanos de Mercury mientras el amigo estaba viajando por negocios.

 Adam Ant, Freddie Mercury, Paul McCartney en el escenario con otros músicos durante la final del Live Aid en el estadio de Wembley en Londres, Inglaterra. 13 de julio de 1985 (credit: Rob Taggart/Reuters)
Adam Ant, Freddie Mercury, Paul McCartney en el escenario con otros músicos durante la final del Live Aid en el estadio de Wembley en Londres, Inglaterra. 13 de julio de 1985 (credit: Rob Taggart/Reuters)

¿De verdad tiene Freddie Mercury un hijo?

Aunque la afirmación no ha sido demostrada, Jones dijo: "Mi instinto era dudar de todo, pero estoy absolutamente seguro de que ella no es una fantasiosa. Nadie podría haber fingido todo esto. ¿Por qué habría trabajado conmigo durante tres años y medio, sin exigir nada?"

"En mi experiencia con fantasiosos, y he conocido a algunos, buscan gratificación instantánea, publicidad y recompensa. Ella nunca ha pedido dinero. No busca reconocimiento. Tanto Freddie como su padrastro la dejaron extremadamente rica. No fue provista a través del testamento de Freddie, sino por un acuerdo privado y legal, por lo que nadie la encontrará mencionada allí", agregó Jones.

Cuando Mercury murió de neumonía causada por el Sida en 1991, al parecer dejó atrás £40 millones y 17 volúmenes de diarios personales. Se dice que los diarios fueron dejados al cuidado de B. y se le instruyó que no leyera los más gráficos hasta que cumpliera los 25 años.